Chris Bosh se niega a dejar el baloncesto a sus 32 primaveras. Todavía le queda un año de contrato en los Miami Heat, por la cual debería cobrar 23 millones de dólares. Por eso, y porque es un ganador nato, no quiere tirar la toalla y está dispuesto a volver a las pistas aunque algunos no lo vean nada claro. No hay que olvidar que el año pasado estuvo a punto de morir por culpa de un coágulo en el pulmón, lo que le obligó a ver el resto de la temporada desde casa.
Susto de los gordos
Lo de los coágulos en el pulmón no es una tontería. Acabó con la vida de Jerome Kersey a los 52 años, motivo por el cual LeBron James expresó su preocupación al enviar un mensaje de ánimo a su excompañero:
Tengo el corazón acelerado pensando en su salud, especialmente después de la noticia de la muerte de Kersey (por la misma razón) el otro día. Rezo por ti y por tu familia hermano. Aquí estoy para lo que necesites. Espero y deseo que puedas dejar esto a un lado y distraerte con bromas o lo que sea. Sé que eres fuerte y volverás mejor que nunca.
Mirza Teletovic también paró por la misma razón y los médicos no pueden garantizar que volvamos a ver a Bosh en acción cuando atravesaba uno de los mejores momentos de su carrera deportiva. Lo que más le va a costar va a ser encontrar a la persona que esté dispuesta a firmar su alta, que es lo que esperan en Miami para darle la bienvenida. Los periodistas estadounidenses son muy pesimistas al respecto.